1.- CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMATICO.
Las políticas de desarrollo prevalecientes en Centroamérica han sido factores generadores de riesgos climáticos, provocando un proceso de desadaptación progresivo de los sistemas naturales y las poblaciones humanas ante el clima, su variabilidad y sus cambios.
La adaptación adecuada de las naciones centroamericanas ante el cambio climático pasaría por la deslegitimación social de las políticas actuales y la necesaria construcción de sociedades sustentables. Los esfuerzos de adaptación, que podrían ser apoyados financieramente dentro del marco de las Naciones Unidas, podrían ser inefectivos si los “países desarrollados” continúan promoviendo e implementando las políticas de las transnacionales, generadoras de vulnerabilidades.
2.- DINÁMICAS TERRITORIALES EN CENTROAMÉRICA.
No se puede pensar en el cambio climático sin considerar el ordenamiento territorial, al margen de cuáles son los procesos que se están dando en los territorios de cada nación centroamericana, porque eso nos ayuda a comprender cuáles son las fuerzas que moldean el territorio de la región.
Lo más inmediato a las fuerzas que moldean el territorio, es el patrón de asentamiento de la población, tal como ocurre con los acelerados procesos de urbanización y sus consiguientes implicaciones de uso del territorio y esta es ciertamente una dinámica fuertemente presente en todos los países de Centroamérica. Asimismo influyen otros procesos que se dan en las zonas rurales, sobre todo lo relacionado con la expansión de la agricultura y particularmente con las dinámicas de la frontera agrícola, que por supuesto también son procesos que todavía están fuertemente presentes en la región.
3.- EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA RESPUESTA DE LA POLÍTICA EN CENTROAMÉRICA: EXPRESIONES TERRITORIALES.
A nivel regional, existen dos tipos de respuesta ante el cambio climático: la mitigación, destinada a la reducción y/o captura de las emisiones de gases de efecto invernadero; y la adaptación, que se refiere a las capacidades para responder y ajustarse a los impactos del cambio climático. Centroamérica ha puesto un interés importante en la mitigación, con sus expresiones territoriales específicas, y existe el peligro de que esa sea la orientación predominante, según los últimos acuerdos en las reuniones entre los gobernantes de la región, a continuación el detalle de los tipos de respuesta:
a.- Mitigación
1) Sumideros
2) Agrocombustibles
3) Deforestación evitada
b.- Adaptación
1) Los más vulnerables
2) Gestión del riesgo
4.- LA ENERGÍA RENOVABLE EN CENTROAMÉRICA.
En el tema de energía, Centroamérica se encuentra en una encrucijada. Los siete países de la Región Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, dependen cada vez más de combustibles fósiles para el transporte y la generación eléctrica, mientras que el uso de la leña, utilizada principalmente para cocinar, continúa siendo alto. El precio de esto es el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el deterioro de la calidad del aire y del agua, así como grandes costos sociales y de salud.
Centroamérica ya es un líder mundial en energía hidroeléctrica y geotermal. Sin embargo, para realmente revolucionar el sector energético a nivel regional, se necesitará el desarrollo continuo y sostenible de ese tipo de energías, así como el aprovechamiento de sus enormes recursos solares, eólicos, el despliegue de tecnologías de eficiencia energética y transmisión, distribución y almacenamiento de energía inteligentes. Para alcanzar al máximo su potencial de desarrollo de energía limpia, los países de Centroamérica tendrán que evaluar y documentar sus recursos renovables, comunicar ampliamente su potencial, y reforzar el apoyo financiero y político.
Estas áreas de mejora son componentes clave de lo que se necesita para potenciar a Centroamérica para obtener un sistema de energía sostenible. Su participación de energía renovable hídrica del 13%, es impresionante cuando se compara con el promedio global de solo 4%. La región ha acudido a fuentes de energía renovables generadas a nivel país, por necesidad, debido a la falta de recursos significativos de combustible fósil a nivel nacional y como resultado de la voluntad política que condujo a iniciativas y a inversión en energía limpia.
La contribución anual de Centroamérica, que representa solamente el 0,16% de las emisiones globales de carbono, es minúscula en comparación con los emisores más grandes del mundo. Sin embargo, el reciente anuncio hecho por los científicos del clima de que la atmósfera de la tierra ha cruzado el umbral de 400 partes por millón, refuerza la necesidad de que todos los países participen en esfuerzos de protección del clima.
Las comunidades de Centroamérica están demandando las ventajas proporcionadas por la energía limpia: acceso de las comunidades rurales, mayor seguridad energética y menor dependencia de los combustibles importados en toda la región, oportunidades de crecimiento verde en las economías locales, creación de puestos de trabajo y mayor propiedad local y menores impactos sociales y ambientales a nivel local.
5.- SITUACION LOCAL DE EL SALVADOR.
El Salvador, con su pequeña extensión territorial, extendida a lo largo de la costa del pacífico y una topografía con un gran porcentaje de tierras de pendientes 30º, con una costa a lo largo del país de cuencas hidrográficas cortas y un río grande de origen en países vecinos, sufre de un alto nivel de exposición y susceptibilidad a los cambios climáticos resultando en la alta vulnerabilidad. Aunque es posible que en décadas pasadas (30´s a 50´s) el país reconociera la dimensión de su vulnerabilidad en los últimos años lo ha perdido.
Al tener El Salvador también, la densidad poblacional más alta en el hemisferio, después de Haití, y un territorio altamente deforestado de cobertura vegetativa suficiente, se aumenta el alcance del impacto de los eventos climáticos extremos, al estar en riesgo casi el 90% de la población, el 95% del territorio nacional y el 90% del PIB. (Germwatch, 2010). Con los estudios científicos recientes que comprueban el incremento en la frecuencia, duración, intensidad y cambios en la distribución espacial de los fenómenos climáticos relacionados a cambios en los sistemas oceánicos del Pacífico y Atlántico, resulta inviable para El Salvador sostener el crecimiento y aspirar a un desarrollo económico sin la adopción de una visión y práctica de la adaptación a dicho cambio del clima.
Al ser uno de los países más vulnerables del mundo, la reducción constante que sufre la cobertura boscosa en El Salvador, causada por la tala inmoderada de árboles, para dar paso al crecimiento urbano, la expansión de la frontera agrícola, el uso intensivo de la leña (tanto para cocinar como para fabricar carbón vegetal), la inercia del desarrollo y la suma de diversas actividades humanas. La regeneración natural y labores de reforestación no han contribuido significativamente a recuperar una cobertura vegetal adecuada: El Salvador es el único país en Centroamérica que tiene saldo negativo en el balance importación–exportación de productos forestales; por lo que se hace urgente promover enérgicamente cambios en la manera convencional de hacer muchas cosas, con acciones y medidas que pueden minimizar el riesgo y la vulnerabilidad de los medios de vida, la salud, la infraestructura física y productiva del país.
a.- Diagnóstico Ambiental.
El Salvador cuenta con una severa degradación ambiental y vulnerabilidad creciente frente al cambio climático, por lo que se han identificado los siguientes problemas específicos:
1) Degradación de ecosistemas de gran valor: los ecosistemas críticos para El Salvador son los manglares, bosques de galería, corredores biológicos y humedales, los cuales están en un avanzado grado de degradación. El reconocimiento de lo crucial que son los manglares, por sus múltiples funciones, es casi desconocido al público, el valor como freno natural contra marejadas y tsunamis, zona de nutrición y reproducción de vida acuática y sumidero importante de carbono, sin hablar de fuente de provisión de medios de vida de una población local (curileros), siendo degradado por:
a) Incremento desordenado y no planificado de salineras y camaroneras dentro de los manglares.
b) Contaminación por el escurrimiento de agroquímicos desde fincas aledañas, desechos sólidos, vertidos domésticos e industriales.
c) Erosión debido a prácticas agrícolas y pecuarias insostenibles en las partes altas y medias de las cuencas, que provocan el azolvamiento de esteros y bahías.
d) Tala indiscriminada y conversión de bosque salado a tierras agrícolas.
e) Expansión de asentamientos humanos.
f) Proyectos urbanísticos y turísticos.
2) Insalubridad ambiental generalizada; El vertido de aguas residuales sin tratar, es un causante de enfermedades gastrointestinales que son una de las primeras diez causas de muerte en el país y la segunda causa de enfermedad, se ha incrementado el riesgo de brotes epidémicos de enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, enfermedades de la piel, problemas de salud mental, y de enfermedades trasmitidas por vectores como malaria y dengue.
3) Crítico estado del recurso hídrico; las aguas superficiales y subterráneas han sufrido un fuerte deterioro, los acuíferos de la planicie costera central han sido sobreexplotados, algunos acuíferos de la zona costera occidental se encuentran salinizados, pérdida de capacidad de regulación e infiltración del agua, grave deterioro de la calidad del agua y la creciente variabilidad climática, que ha derivado en grandes cambios en la distribución espacial y temporal de las lluvias, serios problemas de erosión y pérdida de suelo productivo en las partes altas de las cuencas, propiciando la reducción de la infiltración en la época lluviosa y el aumento de la escorrentía superficial.
4) Desordenada ocupación del territorio: ha habido un uso irracional del suelo y otros recursos naturales, que han profundizando la degradación ambiental y la vulnerabilidad frente a las amenazas naturales.
5) Amenaza climática creciente: la cual seguirá creciendo con las tendencias de variabilidad y eventos extremos: generando impacto a escala de: crecidas, desbordamientos e inundaciones, pérdidas de suelo, deslizamientos, cárcavas, azolvamiento de drenajes, presas y puertos, degradación de manglares, ríos, lagunas, esteros y bahías.
Fuentes de Referencia:
- http://www.inej.edu.ni/novedades/cuarto-informe-estado-de-la-region-un-informe-desde-centroamerica-y-para-centroamerica-2204.html
- http://www.estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/centroamerica/Estadisticas-de-Centroamerica-2013.pdf
- http://www.marn.gob.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=1708&Itemid=373
- El ABC del Cambio Climático en El Salvador / Sistema de Naciones Unidas – PNUD.
- El Cambio Climático en América Latina y el Caribe / PNUMA - Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
- Cuarto Informe de Evaluación del IPCC: Cambio Climático 2007.